quinta-feira, 22 de janeiro de 2015

Otro poema tecnológico del acaso

El hombre industrial tiene un corazón.
Lo oye con sus audífonos,
Mientras huye de la razón.
Y yo los oigo a todos.

A los gruñidos de las maquinarias
A los dedos de condena y opresión
A los ciegos prisioneros
Al ladrón de corazón

Liberten las almas del silencio!
Grita la joven por la ventana.
Liberten las almas del silencio!
Grita la joven por la ventana.

El tercer movimiento lo mató.
Se suicidó,  o quizá fui yo
Quién lo quitó y huyó de si misma
Con el corazón en la mano

El tercer movimiento lo mató
Se suicidó,  o quizá fui yo
Quien lo dibujó y lo borró
Con el carbón en la mano.

Al final del día,  hoy en día,
Eres el que me hace falta
El que me ha gustado mucho
El tema de la casa de mi vida

Y la verdad es que no sé
Si te interesante las obras de arte
Y la verdad es que no sé
Se si te interesan las obras de arte...

                                      Paula de Paula

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